El Galimatazo
Brillaba, brumeando negro, el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba.
¡Cuidate del Galimatazo, hijo mío!
¡Guárdate de los dientes que trituran
Y de las zarpas que desgarran!
¡Cuidate del pájaro Jubo-Jubo y
que no te agarre el frumioso Zamarrajo!
Valiente empuñó el gladio vorpal;
a la hueste manzona acometió sin descanso;
luego, reposóse bajo el árbol del Tántamo
y quedóse sesudo contemplando...
Y así, mientras cabilaba firsuto.
¡¡Hete al Galimatazo, fuego en los ojos,
que surge hedoroso del bosque turgal
y se acerca raudo y borguejeando!!
¡Zis, zas y zas! Una y otra vez
zarandeó tijereteando el gladio vorpal!
Bien muerto dejó al monstruo, y con su testa
¡volvióse triunfante galompando!
¡¿Y haslo muerto?! ¡¿Al Galimatazo?!
¡Ven a mis brazos, mancebo sonrisor!
¡Qué fragarante día! ¡Jujurujúu! ¡Jay, jay!
Carcajeó, anegado de alegría.
Pero brumeaba ya negro el sol
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas,
mimosos se fruncian los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba...
"Me parece muy bonito- dijo Alicia cuando lo hubo terminado-, sólo que es algo difícil de comprender (como veremos a Alicia no le gustaba confesar, y ni siquiera tener que reconocer ella sola, que no podía encontrar ni pies ni cabeza al poema). Es como si me llenara la cabeza de ideas, ¡sólo que no sabría decir cuáles son! En todo caso, lo que sí está claro es que alguien ha matado algo..."El Galimatazo o Jabberwocky es el poema que ha alcanzado mayor fama de toda la producción de Carroll. Es indiscutiblemente el más famoso y conocido de todos los disparates poéticos, poemas del absurdo o sin sentido (nonsense) de la literatura inglesa.
Ante todo, el Galimatazo empieza por ser una parodia de una balada medieval, en la que la descripción pausada, lenta y aparentemente despiadada de los peligros míticos que acechan al héroe va creando en el lector una sensación de horror y de sentido fatídico del destino, tan típica de la literatura nórdica. El Jabberwocky recoge las estratagemas literarias de esas baladas con maestría de parodía, y al sentimiento de horror trágico suma la risa del ridículo. La mezcla es fascinate.
El mismo título del poema emplea el verbo jabber (hablar mucho y confusamente, farfullar) para fabricar un monstruo tenebroso, el enemigo de la claridad y de la verdad sencilla, a la que intenta aplastar con su verborrea académica y los pesados tomos de su falsa ciencia.
Traduccion: Jaime Ojeda
Ilustraciones: John Tenniel
¡Me encanta este Gran Galimatías!
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