Hoy, un poco de "el encanto de la vida simple" de Sarah Ban Breathnach:
"Cuando hablamos de ser fieles a nosotros mismos, es decir, ser las personas que teníamos que ser, lo que hacemos es hablar de dones. No podemos ser nosotros mismos a menos que seamos fieles a nuestros dones".
(Elizabeth O´Conor)
Sin embargo, dice Sarah, es difícil ser fieles a nuestros dones, si no sabemos cuales son. Y si bien maestros, místicos, santos, sabios, poetas y filósofos han dado fe del camino autentico a través de las épocas, muchos de nosotros no los hemos escuchado. ¿Por qué? Creo que la causa es que la lección de la autenticidad suele ir precedida de las cuatro palabras más aterradoras que la raza humana conoce: “La voluntad de Dios”
La voluntad divina se asocia con frecuencia al sufrimiento, por lo que no es extraño que muchos de nosotros optemos, consciente o inconscientemente, por meternos en un abismo espiritual de desconocimiento.
Pero incluso metidos en el oscuro agujero de la duda, queremos creer que está con nosotros una fuerza mayor que nuestra propia energía o entendimiento. Y así es. La fuerza está en tu yo autentico.
Como Obi Wan Kenobi le dice a Luke Skywalker en la “Guerra de las Galaxias”: “La fuerza es un campo de energía que crean todas las cosas vivas. Nos rodea, penetra en nosotros, une las galaxias”.
La fuerza une tus sueños y deseos con tus dones personales para que puedan encontrar expresión externa.
“Seguid vuestros sentimientos”, nos recomienda a todos el Jedi, porque es en la fuerza donde vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.
La fuerza es amor.
El amor desea y quiere nada menos que tu felicidad incondicional, armonía, plenitud.
Comprométete a descubrir, reconocer, apreciar, poseer y honrar tus dones personales.
Y que
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