Amalia Fernández de Córdoba
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia, a estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su alegría contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaza de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la gente que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente en no volver a cometerlos. La gente que lucha con las adversidades.
Me gusta la gente que busca soluciones.
Menchu Garcia Rendueles
Me gusta la gente que piensa y medita internemente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni como lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento, y el amor para los demás y propio son cosa fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como esa me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí me doy por bien retribuido.
GRACIAS POR SER DE ESA GENTE.
Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber revivir.
La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse todas las veces que sea necesario. Y eso es algo que muy poca gente tiene el privilegio de poder experimentar.
Bien aventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o el perder, el acierto y el error, el triunfo y la derrota….
(Mario Benedetti)
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