“Cuando no nos amamos, apartamos las cosas de nuestra vida”
Todo lo que queremos, sea lo que sea, está motivado por el amor. Tener cosas que queremos- juventud, dinero, la pareja perfecta, cuerpo o salud- nos permite experimentar sentimientos de amor.
Para atraer lo que queremos, hemos de trasmitir amor, y esas cosas aparecerán inmediatamente.
Para trasmitir la frecuencia más elevada del amor, debes quererte, y eso, a muchas personas les cuesta bastante.
Si te enfocas en el exterior y en lo que estás viendo ahora, puedes confundirte, porque lo que ves y lo que sientes ahora es el resultado de lo que solías pensar. Si no te quieres, la persona a la que estás viendo en estos momentos probablemente estará llena de los defectos que has encontrado en ti.
Para amarte plenamente tienes que enfocarte en una nueva dimensión de Ti. Debes enfocarte en la presencia que hay en tu interior.
Siéntate un momento en silencio. Enfócate en el sentimiento de la presencia de la vida dentro de Ti. Cuando te enfocas en esa presencia interior, esta empezará a revelarse.
Es un sentimiento de de amor puro y de beatitud, es la perfección. Esa presencia es la perfección de Ti. Esa presencia es tu verdadero Yo.
Al enfocarte en esa presencia, cuando sientas amor y alabes esa presencia, te estarás amando plenamente y es muy probable que sea la primera vez en tu vida que lo hagas.
Siempre que te veas con ojos críticos, cambia inmediatamente tu enfoque hacia esa presencia interior y se te revelará la perfección.
“La verdad absoluta es que el Yo es perfecto y completo; el verdadero Yo es espiritual y por tanto no puede ser más que perfecto, no pude carecer de nada ni estar limitado o padecer enfermedad alguna”
(Charles Haanel, en “El Secreto” de Rhonda Byrne)
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