miércoles, 21 de octubre de 2009
el camino
UKEO (Souvenirs d'enfance, Galerie Jacqueline Bricard)
Es curioso, hace poco al meterme en cama y la mente se pone en "piloto automático" (suele hacerlo, la muy bribona se va de viaje sin mi consentimiento, no quiere descansar...), y le dió por pensar en el camino en espiral del que hablaba el otro día, del circulo que se va agrandando, y me dí cuenta que no es así, el proceso es a la inversa, no es hacia fuera, sino hacia dentro. El circulo se va haciendo cada vez más pequeño.
Al principio giramos desorientados en grandes circulos, vamos aprendiendo, cogiendo cosas de aquí y de allá para centrarnos cada vez más, dejando por el camino lo que no nos sirven y quedandonos solo con lo esencial, con lo valioso. Cada vez sabemos mejor lo que queremos y verdaderamente necesitamos. Hasta que llegue un día que la espiral se cierre en un circulo perfecto: nuestro verdadero Yo, nuestra alma esencial, aquella con la que nacimos y que olvidamos mientras avanzamos, escuchando lo que el mundo requiere de nosotros...Pura esencia, puro amor...
Tal vez los niños son los únicos, los que tienen más claro que es lo que quieren, no los distrae nada de su objetivo. Lo observan todo, lo captan todo. Tienen un rico mundo interior....
Hay que volver a recuperar el niño que llevamos dentro. Nuestro mundo interior, nuestros sueños, nuestras esperanzas....nuestra memoria....
Es curioso, hace poco al meterme en cama y la mente se pone en "piloto automático" (suele hacerlo, la muy bribona se va de viaje sin mi consentimiento, no quiere descansar...), y le dió por pensar en el camino en espiral del que hablaba el otro día, del circulo que se va agrandando, y me dí cuenta que no es así, el proceso es a la inversa, no es hacia fuera, sino hacia dentro. El circulo se va haciendo cada vez más pequeño.
Al principio giramos desorientados en grandes circulos, vamos aprendiendo, cogiendo cosas de aquí y de allá para centrarnos cada vez más, dejando por el camino lo que no nos sirven y quedandonos solo con lo esencial, con lo valioso. Cada vez sabemos mejor lo que queremos y verdaderamente necesitamos. Hasta que llegue un día que la espiral se cierre en un circulo perfecto: nuestro verdadero Yo, nuestra alma esencial, aquella con la que nacimos y que olvidamos mientras avanzamos, escuchando lo que el mundo requiere de nosotros...Pura esencia, puro amor...
Tal vez los niños son los únicos, los que tienen más claro que es lo que quieren, no los distrae nada de su objetivo. Lo observan todo, lo captan todo. Tienen un rico mundo interior....
Hay que volver a recuperar el niño que llevamos dentro. Nuestro mundo interior, nuestros sueños, nuestras esperanzas....nuestra memoria....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario