jueves, 3 de febrero de 2011
Que descanso!:Aceptación radical
el descanso
La vía de salida de nuestra prisión comienza con la absoluta aceptación de todo lo concerniente a nosotros mismos y a nuestras vidas, aceptando con plena atención y cuidado nuestras experiencias de cada instante.
Con "aceptarlo absolutamente todo" me refiero a ser conscientes de lo que sucede en nuestro interior -mente y cuerpo- en un momento dado sin tratar de controlarlo, juzgarlo o alejarlo. No quiero decir que debamos tolerar cualquier comportamiento perjudicial -nuestro o de los demás-, sino que éste es un proceso interior de aceptación de nuestras experiencias reales del momento presente.
Eso significa sentirse triste o sentir dolor sin resistirse. Significa sentirnos atraídos o repelidos por alguien o algo sin juzgarnos a nosotros mismos por el sentimiento que nos impulsa a actuar en consecuencia.
Reconocer con claridad lo que sucede en nuestro interior y contemplar lo que vemos con un corazón abierto, dulce y amoroso, es lo que yo llamo "Aceptación radical".
Si rehuimos alguna parte de nuestra experiencia, si nuestro corazón excluye cualquier faceta de lo que somos y de lo que sentimos, estaremos alimentando los miedos y sentimientos de separación que sustentan el trance de sentirnos indignos. La aceptación desmantela directamente los cimientos mismos de este trance.
Tara Brach
(Del Blog "Gotas de luz")
el marinero
Cuantas veces habremos de caer otra vez en lo mismo, sentirnos indignos, para volver a levantarnos y seguir adelante una vez aceptada la situación. A veces cuando nos miramos en los ojos de otros (o en los nuestros), vemos esa separación, un abismo, hay que mirarse siempre en los ojos de Dios, Él nos acepta amorosamente y sabe que nos equivocaremos un montón de veces pero ahí está para darnos otra vez la mano y volver a sentirnos unidos, conectados con Él y con él con todo y todos.
Imagenes Ronald Companoca
La vía de salida de nuestra prisión comienza con la absoluta aceptación de todo lo concerniente a nosotros mismos y a nuestras vidas, aceptando con plena atención y cuidado nuestras experiencias de cada instante.
Con "aceptarlo absolutamente todo" me refiero a ser conscientes de lo que sucede en nuestro interior -mente y cuerpo- en un momento dado sin tratar de controlarlo, juzgarlo o alejarlo. No quiero decir que debamos tolerar cualquier comportamiento perjudicial -nuestro o de los demás-, sino que éste es un proceso interior de aceptación de nuestras experiencias reales del momento presente.
Eso significa sentirse triste o sentir dolor sin resistirse. Significa sentirnos atraídos o repelidos por alguien o algo sin juzgarnos a nosotros mismos por el sentimiento que nos impulsa a actuar en consecuencia.
Reconocer con claridad lo que sucede en nuestro interior y contemplar lo que vemos con un corazón abierto, dulce y amoroso, es lo que yo llamo "Aceptación radical".
Si rehuimos alguna parte de nuestra experiencia, si nuestro corazón excluye cualquier faceta de lo que somos y de lo que sentimos, estaremos alimentando los miedos y sentimientos de separación que sustentan el trance de sentirnos indignos. La aceptación desmantela directamente los cimientos mismos de este trance.
Tara Brach
(Del Blog "Gotas de luz")
el marinero
Cuantas veces habremos de caer otra vez en lo mismo, sentirnos indignos, para volver a levantarnos y seguir adelante una vez aceptada la situación. A veces cuando nos miramos en los ojos de otros (o en los nuestros), vemos esa separación, un abismo, hay que mirarse siempre en los ojos de Dios, Él nos acepta amorosamente y sabe que nos equivocaremos un montón de veces pero ahí está para darnos otra vez la mano y volver a sentirnos unidos, conectados con Él y con él con todo y todos.
Imagenes Ronald Companoca
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2 comentarios:
La aceptación es el umbral del descubrimiento esencial de la vida: su gratuidad y su misterio.
Hermoso post, gracias Victoria.
Un abrazo.
Me lo he traido del blog de Sina, estupendo como siempre. Que razón tienes, pero a veces que dificil resulta.
Gracias a tí. Precioso tu blog, me pasearé por allí para ir leyendo todo lo que has dejado.
Un abrazo.
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