
Cuando de alguna forma somos capaces de tocar la tecla adecuada, de equilibrar lo que nuestras familias esperan de nosotras y nuestras responsabilidades con el mundo, por una parte y nuestra necesidad interior de crecimiento espiritual y expresión personal por otra.
Este es uno de los retos más difíciles a los que se enfrenta una mujer prque nos exige tomar decisiones todos los días.¡Y, en cambio, casi todas solemos estar demasiado agotadas como para ni tan siquiera decidir lo que haremos para cenar!
Tal vez ello explique por qué a menudo oimos una cacofonía de exigencias disonantes que abortan las sinfonías que nuestra alma anhela componer.
Normalmente cuando las distracciones de la vida cotidiana menguan nuestras energías, lo primero que eliminamos es lo que más necesitamos: tiempo para reflexionar, tiempo para soñar, tiempo para pensar, tiempo para contemplar lo que funciona y lo que no, para poder cambiar a mejor.
(Sarah Ban Breathnach)
Imagen: Valentin Cameron prinsep, Sweet repose.
¡Yo quiero seguir soñando!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario