lunes, 21 de marzo de 2011
Geneviève Gouvril
http://gourvilgenevieve.com/temporaire/
Un día empecé a dibujar, pintar, grabar, y sigo dibujando, pintando, grabando, ya que sigo respirando, porque estoy viva, porque la vida es una historia, una historia que se desarrolla como un sueño, sin recordar el principio o saber algo sobre el final.
Dibujo, pintura, grabado, veo una manera de contar cómo caminar en el bosque durante días para encontrarme a mí misma, cómo uno trata de acercarse a la región donde la luz es finalmente vivir el sueño con la mirada del niño.
Dibujo, pintura, grabado, es mi manera de contar esa historia, que se encuentra en los cuentos del pasado o en las obras de los poetas. Aprendí de los poetas antes de aprender a pintar. Artur Lundkvist, Malcolm Lowry, Octavio Paz, Mahmoud Darwish me mostraron mi camino. Quería desplegar en mi camino el mismo enfoque sensible, las mismas maravillas. También reconocí la labor del movimiento Cobra, que hace hincapié en las sensaciones del mundo, un animal, una noche, un grito, todo junto, y el choque de color.
Después de comenzar mi formación con A. Joessel Estrasburgo, entonces parte del Ateliers de l’Art Cru à Bordeaux, aprendí todo de mi propio trabajo, y más de la materia, que concentra en sí la promesa tanto de la luz como del color. Dibujo, pinto, me quemo bajo esa luz.
Un día empecé a dibujar, pintar, grabar, y sigo dibujando, pintando, grabando, ya que sigo respirando, porque estoy viva, porque la vida es una historia, una historia que se desarrolla como un sueño, sin recordar el principio o saber algo sobre el final.
Dibujo, pintura, grabado, veo una manera de contar cómo caminar en el bosque durante días para encontrarme a mí misma, cómo uno trata de acercarse a la región donde la luz es finalmente vivir el sueño con la mirada del niño.
Dibujo, pintura, grabado, es mi manera de contar esa historia, que se encuentra en los cuentos del pasado o en las obras de los poetas. Aprendí de los poetas antes de aprender a pintar. Artur Lundkvist, Malcolm Lowry, Octavio Paz, Mahmoud Darwish me mostraron mi camino. Quería desplegar en mi camino el mismo enfoque sensible, las mismas maravillas. También reconocí la labor del movimiento Cobra, que hace hincapié en las sensaciones del mundo, un animal, una noche, un grito, todo junto, y el choque de color.
Después de comenzar mi formación con A. Joessel Estrasburgo, entonces parte del Ateliers de l’Art Cru à Bordeaux, aprendí todo de mi propio trabajo, y más de la materia, que concentra en sí la promesa tanto de la luz como del color. Dibujo, pinto, me quemo bajo esa luz.
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