Para todas las mujeres invisibles.
Bellisimo. Gracias Ara!
"Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres." (Colosense 3:23)
Hace 11 años
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6 comentarios:
Gracias!!!!. Este es un tema en el que estoy pensando estos días, y tú que tambien eres maga, me lo traes.
Me voy a seguir construyendo mi pequeña catedral.
Besos
Jajaja..él vino a mí volando por los aires. Cosa de magia sin duda. :-)
Uy, las catedrales nunca son pequeñas, por muy patéticas que nos veamos a veces hay que seguir construyendo.
Es reconfortante pensar que aunque nadie lo vea Él sí lo hace. No estamos solas.
Un besote Mária!
Te repito aquí lo que acabo de enviarte en un mail:
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!!!! Me ha encantado!!!!
Ya lo creo que me identifico con lo que cuenta esta sabia y sencilla mujer!!! Somos muchas las “invisibles”.
Y me alegro de recibirlo en esta etapa de mi vida y de mi carrera, cuando necesito encontrar un antídoto para mi propio orgullo y seguir trabajando sin esperar nada a cambio.
En esta época de tanta frivolidad y egocentrismo, este mensaje ilumina, le da un sentido superior a nuestros esfuerzos silenciosos.
Un abrazo, de una invisible a otra!!!!
(lo voy a reenviar a algunas amigas, vale la pena difundirlo!)
Lucas 2,19
para todas ellas, sí y para tantos otros invisibles y callados que pueblan este mundo.
Besos
Hola Graciela, perdona que no te haya contestado antes, ayer estaba tan cansada que ni ganas de hablar tenía. Ando enfrascada en la limpieza de mi hogar, estropajo en mano , restregando, puliendo y abrillantando todo. Estoy en época de cambio, necesito reorganizar todo de nuevo, una nueva vida, más sencilla, eliminando lo que sobra, lo que ya no me hace falta...una dura tarea.
Me da a mí que la vida ya se encarga de encontrar el antídoto para nuestro propio orgullo, antes o despues nos pone en nuestro lugar, pero es bueno recordar estos mensajes. A mí me ha encantado y es curioso, la última vez que he estado en una catedral, hace un par de años, me sobrecogió aquellas maravillas, pasé mi mano por aquellas piedras trabajadas y gastadas por el paso del tiempo, sintiendo toda esa gente que trabajó en ellas y la gente que pasó con devoción por allí, la cera de las velas que cubría la piedra...tanto sudor, tantas penas y tanto fervor. Tantos invisibles pero que son bien visibles para Él. No se le escapa nada :-)
Sabes, hay que seguir trabajando, puliéndonos hasta acabar con todo el orgullo que llevamos dentro, porque aunque parezca que ya no hay siempre acaba colándose por algún resquicio. Igual que el polvo en la casa.No se termina nunca. Uf..
Me encantó lo de que lo único que quería es que su hijo quisiera volver a casa. Que gran verdad!. Y eso es tambien lo que Dios quiere.
Un abrazo mujer visible!!!
Sí Chiado, se me había escapado eso. Tantos invisibles y callados... No se te escapa nada!
Lucas 2:19?...
¡Anda, me has sorprendido!
Besitos Chiado
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