viernes, 3 de diciembre de 2010
Caminemos
Vivimos prisioneros de nuestras ideas sobre la realidad, no en la realidad. Todos nuestros sentidos- el oído, el tacto, la vista- están literalmente anestesiados por la farándula de las ideas.
Incesantemente pensamos en lo que debe ser y en lo que no debe ser, en lo que ha sido y en lo que será. En otras palabras, en nuestra cabeza hay un constante agolpamiento de recuerdos, hipótesis, juicios, esperanzas que nos impiden vivir el presente. Dedicarse a la meditación sig nifica, antes que nada, aprender nuevamente a ver, aprender nuevamente a escuchar. Sólo cuando hayamos emprendido este camino de reeducación comprenderemos qué poco habíamos visto hasta entonces y qué poco habíamos oído.
Así, paso a paso, nuestra vida se volverá cada vez más rica. No rica en milagros ni viajes extrasensoriales, sino en atenciones brindadas y atenciones recibidas. Ya no habrá tedio ni ansiedad, sino la sensación de ser criaturas operantes en un universo cuya primera realidad es la del amor.
(Querida Mathilda, Susanna Tamaro)
¡Caminemos!
Y a mí que me parece que conforme voy avanzando la tierra se abre tras de mí, el vacío se va tragando todo. Sólo tengo el camino que veo delante. Sólo puedo seguir avanzando. No puedo volver atrás. Hacia adelante siempre.
Incesantemente pensamos en lo que debe ser y en lo que no debe ser, en lo que ha sido y en lo que será. En otras palabras, en nuestra cabeza hay un constante agolpamiento de recuerdos, hipótesis, juicios, esperanzas que nos impiden vivir el presente. Dedicarse a la meditación sig nifica, antes que nada, aprender nuevamente a ver, aprender nuevamente a escuchar. Sólo cuando hayamos emprendido este camino de reeducación comprenderemos qué poco habíamos visto hasta entonces y qué poco habíamos oído.
Así, paso a paso, nuestra vida se volverá cada vez más rica. No rica en milagros ni viajes extrasensoriales, sino en atenciones brindadas y atenciones recibidas. Ya no habrá tedio ni ansiedad, sino la sensación de ser criaturas operantes en un universo cuya primera realidad es la del amor.
(Querida Mathilda, Susanna Tamaro)
¡Caminemos!
Y a mí que me parece que conforme voy avanzando la tierra se abre tras de mí, el vacío se va tragando todo. Sólo tengo el camino que veo delante. Sólo puedo seguir avanzando. No puedo volver atrás. Hacia adelante siempre.
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4 comentarios:
Preciosas palabras de Susana Tamaro.
Y si, siempre hacia adelante, pero viviendo y sintiendo cada momento de vida.
Besos
Sí sí, por supuesto, siempre viviendo com intensidad. El pasado ya no existe, el futuro es sólo el hoy, los pasos que daré hoy. Cada nuevo día es una nueva oportunidad de ser feliz, de ser mejores. No hay minuto que se desperdicie.
Un besote Maaaaria!!!
Esto me recuerda mucho a una cosa que escribí hace muy poco. Cómo cuesta ser libre!
Un beso, Vicky, sin ataduras ni prejuicios.
Si es que estamos conectados :-)
¿Qué es lo que te mantiene prisionero?...
Un besote Chiadito!
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