martes, 26 de octubre de 2010
Prune Bardoux
Autodidacta, se apasiona desde muy joven por la pintura. Encuentra su inspiración en la naturaleza, muy próxima al mundo animal. Su mundo imaginario nos cuenta una historia llena de poesía donde cada uno puede reencontrar momentos de su infancia.
Apasionada por el color, sus cuadros son un espejo frente a un mundo maravillosos donde la belleza, la armonía y los recuerdos se mezclan en una complicidad romántica para transmitir al espectador simplemente una sensación de bondad.
Apasionada por el color, sus cuadros son un espejo frente a un mundo maravillosos donde la belleza, la armonía y los recuerdos se mezclan en una complicidad romántica para transmitir al espectador simplemente una sensación de bondad.
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