viernes, 20 de abril de 2012
¡Qué difícil resulta darle forma a los sueños! Tengo que trabajarlo más. Darle otra vuelta de tuerca. Se me escapa.
No, no tenemos dos alas, tenemos cuatro. Del mercado al monasterio, y del sueño a la realidad.
Difícil equilibrio.
Enciendo una barrita de incienso, me dejo envolver por él y espero que llegue la magia. Eso sí, con los colores y los pinceles preparados, a ver si consigo atraparla.
...¡Y la magia siempre llega!!
Me dejo atrapar por ella.
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