Cuando en un espacio se quiere reunir y dar cabida a personas de diverso origen y de compleja formación, aunque estén amparados por una misma vocación como es la pintura y con sentires parecidos, emanados de la sensibilidad naif, no cabe duda que se puede pensar en un tipo de arca diluviana; pero no un arca destinada a proteger la especie para que no sucumba bajo las aguas torrenciales, no. Hay que pensar en un arca concreta, diseñada para la ocasión, pudiendo ser aquella que, cuando las aguas torrenciales descendieron, quedó varada sobre un árbol, ser vivo y mágico, rey del mundo vegetal evolucionado para ser soporte de lo universal y fuente de sabiduría.
lunes, 30 de abril de 2012
A modo de arca de Noe
ESTE LIBRO, A MODO DE ARCA DE NOE ( Vegetación elemento mágico en la pintura naif europea)
Cuando en un espacio se quiere reunir y dar cabida a personas de diverso origen y de compleja formación, aunque estén amparados por una misma vocación como es la pintura y con sentires parecidos, emanados de la sensibilidad naif, no cabe duda que se puede pensar en un tipo de arca diluviana; pero no un arca destinada a proteger la especie para que no sucumba bajo las aguas torrenciales, no. Hay que pensar en un arca concreta, diseñada para la ocasión, pudiendo ser aquella que, cuando las aguas torrenciales descendieron, quedó varada sobre un árbol, ser vivo y mágico, rey del mundo vegetal evolucionado para ser soporte de lo universal y fuente de sabiduría.
Cuando en un espacio se quiere reunir y dar cabida a personas de diverso origen y de compleja formación, aunque estén amparados por una misma vocación como es la pintura y con sentires parecidos, emanados de la sensibilidad naif, no cabe duda que se puede pensar en un tipo de arca diluviana; pero no un arca destinada a proteger la especie para que no sucumba bajo las aguas torrenciales, no. Hay que pensar en un arca concreta, diseñada para la ocasión, pudiendo ser aquella que, cuando las aguas torrenciales descendieron, quedó varada sobre un árbol, ser vivo y mágico, rey del mundo vegetal evolucionado para ser soporte de lo universal y fuente de sabiduría.
Ahí está el arca, arca del amor, sobre la copa del árbol, que puede transformarse en lugar de reunión artística. Trepando por el tronco, o ascendiendo por las lianas que penden de otras ramas, se puede llegar hasta ella y traspasando las ventanas, entrar en las habitaciones donde aguardan Mnemosine, diosa de la memoria, madre de las musas y Cupido, dios del deseo amoroso, junto a otras deidades intelectuales o pasionales, inspiradoras de cuadros que ilustran los pensamientos que encierra este libro sobre el paisaje natural en los que la vegetación aparece prestando una visión mágica o ejerciendo un poder ilusionante, con el simple (o no tan simple) deseo de hacer feliz su contemplación.
(Rafael Ceballos, "VEGETACIÓN ELEMENTO MÁGICO EN LA PINTURA NAIF EUROPEA")
Imagen Giuliano Zoppi)
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