jueves, 22 de septiembre de 2011
Hasta que la muerte nos separe
“Solo cuando sabemos y comprendemos que nuestro tiempo sobre la tierra es limitado- y es imposible saberlo cuando nuestro tiempo se ha consumido- empezamos a vivir cada día con la máxima plenitud, como si fuera el único que tenemos.”
(Elizabeth Kübler- Ross)
En la obra de teatro de Thorton Wilder “On Town” hay una escena profundamente conmovedora que se desarrolla en un cementerio. Los espectros consuelan a la joven heroína, que ha fallecido mientras daba a luz. Emily, anhelando aún la vida que acaba de abandonar, desea revivir un día “cualquiera” de su vida. Cuando hace realidad su deseo se da cuenta de las muchas cosas que los vivos no aprecian en su justa medida.
“No me había dado cuenta- confiesa apesadumbrada- de todo lo que pasaba y que nosotros nunca percibimos...Adiós mundo. Adiós Grover´s Corners...Mamá y papá. Adiós al tic tac de los relojes...y a los girasoles de mamá. Y a la comida y al café. Y a los vestidos recién planchados y a los baños calientes...y a dormir y a despertarse....Oh, tierra, eres demasiado maravillosa para que cualquiera comprenda tu grandeza”
Buscando lo sagrado en lo cotidiano tomamos conciencia de que ya no podemos permitirnos desperdiciar ni tan siquiera un día “cualquiera” sin percibir y apreciar los momentos de auténtica felicidad que todos nosotros tenemos a nuestra disposición todos los días.
Da las gracias todos los día por la plenitud que existe en tu vida y habrás puesto en marcha unas antiguas ley espiritual: “cuanto más tengas y más lo agradezcas, más recibirás”
A medida que te centras en la plenitud y no en las carencias de tu vida irás gestando un maravilloso anteproyecto de futuro. Esta sensación de plenitud es obra de la gratitud que convierte tus sueños en realidad.
Un antiguo refrán francés nos recuerda que “la gratitud es la memoria del corazón”. Amanece hoy para explorar e integrar este bello principio en tu vida y el milagro que has estado buscando se hará realidad ante tu sorpresa y asombro.
(El encanto de la vida simple)
(Elizabeth Kübler- Ross)
En la obra de teatro de Thorton Wilder “On Town” hay una escena profundamente conmovedora que se desarrolla en un cementerio. Los espectros consuelan a la joven heroína, que ha fallecido mientras daba a luz. Emily, anhelando aún la vida que acaba de abandonar, desea revivir un día “cualquiera” de su vida. Cuando hace realidad su deseo se da cuenta de las muchas cosas que los vivos no aprecian en su justa medida.
“No me había dado cuenta- confiesa apesadumbrada- de todo lo que pasaba y que nosotros nunca percibimos...Adiós mundo. Adiós Grover´s Corners...Mamá y papá. Adiós al tic tac de los relojes...y a los girasoles de mamá. Y a la comida y al café. Y a los vestidos recién planchados y a los baños calientes...y a dormir y a despertarse....Oh, tierra, eres demasiado maravillosa para que cualquiera comprenda tu grandeza”
Buscando lo sagrado en lo cotidiano tomamos conciencia de que ya no podemos permitirnos desperdiciar ni tan siquiera un día “cualquiera” sin percibir y apreciar los momentos de auténtica felicidad que todos nosotros tenemos a nuestra disposición todos los días.
Da las gracias todos los día por la plenitud que existe en tu vida y habrás puesto en marcha unas antiguas ley espiritual: “cuanto más tengas y más lo agradezcas, más recibirás”
A medida que te centras en la plenitud y no en las carencias de tu vida irás gestando un maravilloso anteproyecto de futuro. Esta sensación de plenitud es obra de la gratitud que convierte tus sueños en realidad.
Un antiguo refrán francés nos recuerda que “la gratitud es la memoria del corazón”. Amanece hoy para explorar e integrar este bello principio en tu vida y el milagro que has estado buscando se hará realidad ante tu sorpresa y asombro.
(El encanto de la vida simple)
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