la encarnación del Dios más popular,
cuidó de él mientras era niño,adolescente y joven
con todo el cariño de madre y la sumisión de la fe.
Creció Krishna y le llegó el momento de dejar su casa,
su pueblo y a su madre para predicar,
ayudar y redimir a su pueblo.
Al despedirse, su madre le pidió una gracia:
“Que siempre que cierre yo los ojos, te vea ".
Krishna le contestó:
Te concedo una gracia mejor:
"que siempre que abras los ojos, me veas”.
Carlos Garcia V.
Henos aquí, pues,
como sastres ya miopes,
zurciendo el alma.
Eduardo Llanos
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