Françoise Boucher 1740
Alexandre Cabanel 1863Amaury- Duval, 1862
Robert Fowler
Adolphe William Bouguereau,1879
(Paul Johannes Tillich)
Pero lo que quizás no esperas- y puede entorpecer tus progresos- es la profunda insatisfacción que experimentarás cuando ese poder no está presente, cuando te sientas perdida, a oscuras, porque has olvidado pulsar el interruptor. He comprobado que la única forma de activar la electricidad espiritual es pedirlo. Siempre está disponible para mí, pero debo pedirlo.
La insatisfacción que experimentas cuando el interruptor está desconectado se manifiesta de variadas maneras. De pronto no te gusta ninguna de las habitaciones de tu casa. Tu ropa no te gusta o crees que ya no te queda bien. Te aburre cocinar. Estás cansada de abrir el armario ropero de la casa para ponerte un pañuelo a la cabeza antes de salir.....Pero lo que es peor, esa embriagadora sensación de optimismo que sentiste al empezar a incorporar la gratitud a tu vida cotidiana ha dado paso a una profunda insatisfacción. Empiezas a pensar que el camino del encanto de la vida simple quizás funcione para ciertas mujeres, pero no para ti. No te desmoralices. Tal como dice Dane Cicely Veronica Wedgwood, la historiadora inglesa: “La insatisfacción y el desorden son signos de energía y esperanza, no de desepero”.
Lo que te ocurre forma parte del proceso. Yo lo llamo “la divina insatisfacción”. Constituye el grano de arena en la ostra antes de que se forme la perla.
Esta segunda y creativa oportunidad nos permitirá convertirnos en lo que deseamos ser. Cuando al fin logremos reivindicar nuestra propia vida y arrebatar nuestro futuro de mano de la Providencia. Cuando aprendamos a transformar la paja en oro. Cuando comprendamos con gratitud que si conseguimos acceder a esa energía espiritual podremos vivir según nuestras propias luces.
Pide ser conectada a esa energía. Hoy mismo.
(Sarah Ban Breathnach, El encanto de la vida simple)
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