Mientras no haga las paces conmigo misma no podré seguir adelante; olvidando el pasado, centrándome en el presente, en este maravillosos nuevo día que se me abre como una flor, esperando que lo agradezca y lo aproveche.
Ámate!
Vuelve a levantarte.
Ponte en pie. Una vez más...
Tú puedes.
Me gusta esta canción, evoca esa ambivalencia que puede surgir en cualquier relación humana. Saber admitir esa ambivalencia es ser tolerante...y es humano.
Como la vida misma; el cálido verano, el frio invierno, la risa y la pena, la bella y la bestia, la necesidad o la abundancia, un cielo o un infierno.
Es la vida. A donde ella vaya allí estaré yo.
Colosenses 3:13,14)
2 comentarios:
Brlla entrada Victoria, como todo tu blog, gracias.
Un abrazo.
Gracias Delia. :-)
Un abrazo!
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