De manera que no toda la seguridad es buena. El noventa y nueve por ciento de la seguridad es tonta. Solo el uno por ciento es buena, y ese uno por ciento nunca es absoluto. Ese uno por ciento es vacilante, porque hay realmente muchísimas alternativas. Estás siempre en una encrucijada, sin saber qué carretera será realmente la buena. ¿Cómo vas a poder estar seguro? ¿Por qué esperas estar seguro?
Todos los caminos parecen casi el mismo, pero hay que elegir. Es la elección de un jugador de apuestas. Pero así es la vida...y es bueno que sea así. Si todo estuviera claramente delineado, planificado de antemano, prefabricado, y simplemente te dieran instrucciones, habría seguridad, pero ¿para qué serviría? Se perdería la emoción. Entonces no habría luz en tu vida. Sería una rutina muerta.La vida es siempre emocionante porque cada paso que te lleva a otra encrucijada...de nuevo muchos caminos...tienes que elegir otra vez ¿será correcta o incorrecta? ¿cómo estar seguro acertadamente entonces? Estar acertadamente seguro es pensar en todas las alternativas, y la que sientes que es un poco mejor que las demás...
no pidas el bien absoluto y el mal absoluto. En la vida no hay nada así; una es un poco mejor que la otra, eso es todo. La vida está dividida como las polaridades en lo bueno ye en lo malo. De manera que, mira a tu alrededor objetivamente, en silencio, con sensibilidad, ve todas las posibilidades, sin preocuparte, y la que te parece un poco mejor que las demás, sigue por ella. Una vez que decidas hacerlo, olvidate de las demás, porque ya no importan.
Esta es la confianza realmente inteligente. No destruye completamente la duda. Usa la duda. No destruye las alternativas. Las alternativas existen. Reflexiona y concibe conscientemente todas las alternativas, tan en calma como es humanamente posible. La inteligencia nunca exige nada inhumano.
(Osho)
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