Por fin, una alegría! Por fin, buenas noticias! Después de todos estos días de horror y caos y destrucción, podemos ver una luz de esperanza.
Estaba horrorizada ante todas las noticias terribles que oía y veía en los telediarios, con las que leía en los diarios y en algún que otro blog, que nos cuentan una y otra vez, la magnitud de lo acontecido, el número de muertos, y critican a los que callamos y "miramos para otro lado"....Lo siento, no me interesa contar los muertos, prefiero "contar con los vivos".
Dios no es un Dios de muertos sino un Dios de vivos, porque para Él todos ellos viven. Me alegra ver como en medio de la destrucción florece la esperanza. Creo en los buscadores de la esperanza, los propagadores de las buenas nuevas, como he visto en el blog de
Ktana , preciosa y esperanzadora su entrada
"Dar hasta que duela"Hoy por fin, oigo que la comida llega a las ciudades debastadas por el seismo procedente de otros lugares de Haití que han sido menos castigadas y recuerdo aquel proverbio que dice
"Más vale un vecino que está cerca que un hermano que está lejos". Y si en un primer momento ha sido, y seguirá siendo, necesaria la ayuda y solidaridad de otros paises, creo que la verdadera esperanza está en los propios haitianos, en la hermandad y fraternidad que les hará luchar de manera conjunta para recontruir su propio país.
Y me alegra ver como la sonrisa ha vuelto a los rostros de los niños, como han vuelto a sus juegos; las niñas saltando a la comba, los niños jugando con un balón; y como reciben a todos los que se les acercan con un abrazo y agradecen cada gesto amable con una sonrisa. Aún hay esperanza.
De todas las historias tremendas que hemos oido estos dias, me quedo con la del niño de 10 años que pasó diez días sepultado bajo los escombros y al ser rescatado y preguntarle como había podido resistir sin agua, sin comida, él contestó que Dios lo había ayudado.
"Acérquense a Dios y Dios se acercará a ustedes"...
Y esa otra historia de una mujer de 69 años que sobrevivió durante ocho días sepultada, cantando y rezando, sin perder la fe y la esperanza.
Y creo en el bombero que la rescató. Al alargar su mano a la de ella y ésta agarrarsela, decía que era como si fuera Dios quien se la hubiera agarrado....
Y así fué....Allí estaba Dios....Cada vez que alargamos la mano para ayudar a alguien, allí también está Dios...(Alain Donnat)
"La esperanza, esa flor solitaria que crece aún entre las piedras". No pasemos de largo y detengámonos para admirarla y maravillarnos.
Pero no nos olvidemos que a nuestro alrededor tenemos también vecinos que sufren, que están solos, gente que no puede llegar a fin de mes, gente sin empleo, ancianos que han visto como se reducían sus pensiones...A nuestro alrededor también hay dolor, miedo e incertidumbre. No miremos sólo para afuera cuando a nuestro lado, nuestros vecinos también necesitan de una mano amiga.
Y quiero dejar aquí unos cuadros de pintores de Haití, con toda su alegría y color. ¡Que no la pierdan nunca!
Arco iris. Adam Leontus
Cosecha de algodón. Edner Jean
Lavanderas. Henri Robert Bresil
Paraiso. Saincilus Ismael