martes, 11 de marzo de 2014
La melodía de la existencia
"Hay dos clases de personas en este mundo. Algunas se empeñan constantemente en cambiar las condiciones de sus vidas: el pobre se esfuerza por hacerse rico, el oficinista anónimo lucha por ocupar el puesto de gerente de la compañía, la persona que vive en un piso alquilado quiere tener una casa en propiedad, otro quiere una esposa más bella..., y así sucesivamente....
La otra clase de personas son los buscadores. Ellos no se molestan en intentar cambiar las condiciones que los rodean, lo que les importa es cambiar la longitud de onda de su vibración en la vida; porque, en cuanto la longitud de onda cambia, tanto si vive en una cabaña o en un palacio, la persona se encuentra en el más alto reino. Aunque la envíes al infierno, sólo experimentará el cielo".
Osho, El verdadero nombre. La melodía de la existencia http://osho-maestro.blogspot.com/
"Los que hemos vivido en campos de concentración podemos recordar a aquellos hombres que se paseaban por los barracones consolando a los demás, regalándoles su último pedazo de pan. Tal vez hayan sido pocos en número, pero constituyen la prueba definitiva de que a un hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: su última libertad, la de elegir la actitud que ha de adoptar en cualquier circunstancia, la de escoger su propio camino."
(Viktor E. Frankl, El hombre en busca de significado)
La otra clase de personas son los buscadores. Ellos no se molestan en intentar cambiar las condiciones que los rodean, lo que les importa es cambiar la longitud de onda de su vibración en la vida; porque, en cuanto la longitud de onda cambia, tanto si vive en una cabaña o en un palacio, la persona se encuentra en el más alto reino. Aunque la envíes al infierno, sólo experimentará el cielo".
Osho, El verdadero nombre. La melodía de la existencia http://osho-maestro.blogspot.com/
"Los que hemos vivido en campos de concentración podemos recordar a aquellos hombres que se paseaban por los barracones consolando a los demás, regalándoles su último pedazo de pan. Tal vez hayan sido pocos en número, pero constituyen la prueba definitiva de que a un hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: su última libertad, la de elegir la actitud que ha de adoptar en cualquier circunstancia, la de escoger su propio camino."
(Viktor E. Frankl, El hombre en busca de significado)
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