Cuando te encuentras frente a uno de sus cuadros no puedes evitar pararte y observar, buscar pequeños detalles que pasan desapercibidos, perderte en sus pinceladas. De pronto eres un dragón que echa una cabezada en un campo de golf, te encuentras inmerso en dos mundos o viajando en globo para tocar la luna con los dedos; todo se hace posible y el mundo parece un lugar más amable y feliz. Viajas a mundos donde el tiempo parece que se haya parado y a la vez está lleno de pleno movimiento y color. Y ves lo más hondo del corazón del artista, a ese niño que lleva dentro, esa imaginación propia de los cuentos.
Después de este regalo para los sentidos, todos los que contemplamos su obra, sin darnos cuenta, somos un poquito más soñadores, más niños, más felices.
(Carmen Navarrete)
Sala de arte Bernesca. Santa Clara,2. León.
2 comentarios:
Un felice Natale, cara Victoria!
Te deseo unas fiestas en familia con mucha paz y amor a tu alrededor.
Un abrazo.
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