No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo.

Fe

Confío confío confío

No te detengas en la duda ni el temor, tampoco en la culpa ni en la autorrecriminación, reside en el esplendor permanente con la seguridad de que eres muy amado.

Siempre eres Uno con Dios, Siempre eres bienvenido a casa. Porque tu hogar es Mi corazón y Mío es el tuyo.

Esperanza


La esperanza le pertenece a la vida, es la misma vida defendiéndose.
(Julio Cortazar)

Amor


La esperanza es esa cosa alada que se posa en el alma y canta la melodía sin palabras que nunca cesa.
(Emily Dickinson
)

Nada nos detiene

Nada nos detiene
Nunca encontraras un arco iris si estas mirando hacia abajo" Charles Chaplin

El amor no es un camino. Te trae de regreso a tu hogar. El amor es tu hogar.
(Sri Sri Shankar)

continúa en

Frases

martes, 27 de mayo de 2014

Yo confío

Mensaje de Jesús
(A Santa Faustina Kowalska)


¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? 
Déjame al cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.
Cuando te entregues a mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.
No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma: ¡Jesús. Yo confío en ti!
Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas.
Déjame ser Dios y actuar con libertad. Entrégate confiadamente a mi. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: ¡Jesús. Yo confío en ti!
Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera.
Cuando me dices, ¡Jesús. Yo confío en ti!, no seas como el paciente que le dice al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar con mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo.
Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía.
Continua diciéndome a todas horas, ¡Jesús. Yo confío en ti!
Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Satanás quiere eso: Agitarse, angustiarte y quitarte la paz. Confía solo en mi. Reposa en mi. Entrégate a mi.
Yo hago los milagros en la proporción de la entrega y confianza que tienes en mi. Así que no te preocupes, echa en mi todas tus angustias y duerme tranquilo. Dime siempre: ¡Jesús. Yo confío en ti! Y verás grandes milagros.
Te lo prometo por mi amor...

1 comentario:

Betty (sin loguearse) dijo...

que bien me ha hecho leer esto
beso Victoria!